7 de diciembre de 2012

La vida tras el cristal

Ayer, cuando paseaba por un centro comercial pasé frente a una tienda de mascotas, y ver a los cachorros en las vitrinas, me inspiró para escribir el post de hoy.

Cuando pasamos junto a estos expositores de las tiendas de mascotas, quedamos embelesados por los cachorritos que en ellas se exiben, y no pensamos en lo que ha detrás de esto. Quiero decir, para estos animales, el expositor se convierte en su hogar hasta que son vendidos o bien hasta que han crecido demasiado como para venderse. ¿Cuánto pueden medir estas vitrinas? Con suerte un metro cuadrado. Y en ocasiones, en la mayoría, no hay un único perro sino varios. Es decir, varios animales comparten un metro cuadrado, como mucho, de espacio durante algún mes.

Además si lo pensais durante los domingos y festivos en estas tiendas no hay nadie, es decir, durante al menos un día estos cachorros no tienen quien les supervise. ¿Qué pasa si el sábado después de que la tienda se clausure, uno de los perros tira su recipiente con agua? Pues muy sencillo, no bebe durante algo más de un día. Por otro lado aunque el comercio cierre los domingos y festivos, estos animales continuan teniendo las mismas necesidades que el resto de los días de la semana. ¿A caso no habeis visto expositores en los que hay más de un excremento o incluso el animal se ha tumbado encimadel mismo? ¿O no habeis visto a los cachorros comerse las tiras de papel de periódico que recubren el suelo? Pues yo sí.

Vamos a dejar de exponer a los animales como objetos, por que al ser exibidos como tal, en muchos casos son comprados como eso, como objetos, siendo en ocasiones víctimas de un capricho momentáneo de algún transeunte que posteriormente decidirá abandonarlo. Cataluña ya está avanzando en la dirección correcta con la Reforma de la ley catalana de protección de los animales. Una de las disposiciones de esta reforma dice lo siguiente: "La exhibición de animales de compañía en los escaparates de las tiendas de venta, será considerada como infracción muy grave sancionable con multas de hasta 20.000 euros".

Debemos dejar de comerciar con seres vivos y de incentivar la aparición de criaderos que se convierten en fábricas de cachorros. Concienciémonos de que para acabar con el abandono hay que atajar sus causas y una de ellas puede ser el ofrecer los animales en las tiendas del mismo modo que se vende un bolso.



Eso sí, no olvidemos que al igual que los perros que encontramos en perreras o protectoras, estos también son víctimas del hombre.

No hay comentarios:

Publicar un comentario