Como os vengo diciendo en todas las entradas, o al menos eso trato de transmitir, nuestra mascota puede ser el amigo más fiel que encontremos. ¿Quién no es conocedor de historias como la de Hachiko? Sí, esas en las que el perro espera a su dueño y lo acompaña hasta el final de sus días. Si buscas en Internet encontrarás multitud de historias que versan sobre perros que viven en cementerios junto a las lápidas de sus fallecidos dueños. ¿Se puede encontrar mayor fidelidad que esta? Yo creo que no.
Este hecho nos puede ayudar a comprender como se pueden sentir estos animales cuando son abandonados por sus dueños. Ellos que harían lo que fuera por estar junto a nosotros, son abandonados sin motivo y sin ningún tipo de remordimiento.
Yo me doy cuenta de que la fidelidad de un perro no tiene límites, de hecho mi perro, es como un anexo mio. Allá donde yo vaya, está él conmigo. En casa se convierte en mi sombra o en la de las personas que viven conmigo. Si te vas, él quiere ir contigo; si entras en una tienda, el espera ansioso en la puerta tu salida...
Os voy a decir más, mi perro ha hecho mucha, muchísima compañía a una persona de mi familia que durante mucho tiempo estuvo enferma. Pasaba el día entero junto a él, y le hizo pasar buenos momentos. Cuando esta persona tenía dolores insoportables, Flappy se tumbaba junto a él muy quieto, procurando no molestarle, como si fuera consciente de que ese no era momento para juegos sino solo para permanecer allí y acompañarle.
Esta persona enfermó poco después de que Flappy llegara a nuestra familia. Cuando esto ocurrió y viendo la gravedad de la situación y que esta persona pasaba casi todo el tiempo en cama, me pregunté si sería posible que Flappy continuara con nosotros sin molestar a esta persona. Finalmente esto fue posible. Aunque en algunos momentos Flappy quería jugar y ponía nerviosa a esta persona, en muchos otros momentos fue una gran compañía. También hay que decir que esta persona tuvo muchíiisima paciencia y en determinados momentos aguantó más de lo que podía. Pero la realidad es que fueron grandes amigos que se acompañaron mutuamente.
Por eso os animo a dar la oportunidad de que estos fieles amigos entren en vuestras vidas, y les dejeis que os acompañen hasta el final de las suyas. No van a poder darte grandes consejos ni decirte esas palabras de apoyo que en determinados momentos necesitas oir, pero su silencio y su presencia serán más que suficientes para sentir que no estás solo.
Os dejo una reflexión, el perro es el mejor amigo del hombre, pero ¿es el hombre el mejor amigo del perro? Por desgracia en muchas ocasiones, no solo no es su mejor amigo sino que se convierte en su berdugo. No sé que pensais vosotros....
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