27 de noviembre de 2012

Zara y Flappy, diferentes o iguales

Hoy voy a escribir mi historia personal con "los cuatro patas".
Desde que tengo tres años he compartido mi vida con amigos peludos. Mi primera perra fue Zara, una preciosa Pastor Alemán. ¡Qué paciencia tenía!. Le hacía de todo, me intentaba subir encima, le metía la mano a la boca para jugar, y la seguía por la terraza de la casa de mis abuelos para acariciarla...¡Qué recuerdos! ¡Me encantaba jugar con ella!
Después de Zara y tras pasar algunos años sin compañía canina la casualidad hizo que encontrara a Flappy, mi actual mascota. Está conmigo desde hace algo más de cinco años.
Una tarde fui a tomar algo a un preciosos pueblo de la provincia de Soria (Molinos de Duero) y allí estaba él, un cachorrito precioso con mucho carácter. Yo no tenía intención de tener perro, pero el que por aquel entonces era su dueño lo regalaba, no quería tenerlo más, de hecho si no encontraba un dueño para él su idea era sacrificarlo. Ante esto decidí cogerlo y llevarlo a casa de manera provisional, o al menos eso dije a mis padres, la típica frase: "Déjame tenerlo en casa solo hasta que le encuentre un dueño".  Un dueño que nunca busqué.
De pequeño era como los perros del anuncio de Scotex, pero estaba claro que no era de esta raza ya que era un mestizo. Fue creciendo y cambiando de manera radical. De perrito scotex a perro mestizo con malos pelos. Pero y qué! Me encanta!! A caso no hace la misma compañía que un perro de raza???A caso no te produce la misma satisfacción (o enfado, dependiendo el caso jaja) que uno con pedigree?? Pues entonces vamos a dejarnos de tonterías!
Lo que quiero decir es que no hay diferencia entre un perro de raza y uno que no lo es, por eso deberíamos reflexionar un poco: por qué pagamos por determinado perro una barbaridad de dinero mientras hay cientos y miles de perros que esperan desesperadamente un hogar. Incentivamos la existencia de criaderos, tiendas de mascotas...que en muchos casos enmascaran una cruda realidad: la explotación de hembras que viven su vida en una jaula y lo único que hacen es parir. ¿Os habeis preguntado qué pasa con ellas cuando ya no son rentables? En muchos casos son abandonadas. ¿Y qué ocurre con los cachorros que no son vendidos? Muchos son abandonados, otros tirados en sacos..y algunos se utilizan para sustituír a las hembras que ya no son fértiles.
Creo que antes de comprar un perro deberíamos pensarlo dos veces. No se si alguno de vosotros ha visto el programa del "Encantador de perros" en el que Cesar Millán intenta socializar a un perro que ha vivido toda la vida entre cuatro rejas. Yo cada vez que paso por una tienda de mascotas, siento pena. ¡Ojo!Vender un perro no es como vender una mesa. El animal va creciendo, y si pasa demasiado tiempo y no se vende y ha dejado ya de ser un cachorro, ¿qué harán con él?
Antes de meterme de lleno en este mundo de abandonos y sufrimiento, no me lo planteaba. Y entiendo que como me pasaba a mí, muchas personas no piensan en lo que hay detrás de esos expositores.
Tampoco quiero generalizar, pues no todos los criaderos son iguales, simplemente me gustaría que reflexionaramos antes de comprar un perro.
Yo me pregunto: ¿Por qué criamos perros para vender si hay miles en las calles?¿Solo por ser o no de una raza?¿Es esta cuestión la que marca la diferencia entre ellos?
Desde mi experiencia os diré, que me he sentido igual de acompañada con un Pastor Alemán que con un mestizo.
Además, no os imaginais la cantidad de perros de raza que hay en las perreras y asociaciones protectoras.

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